VUELVE NUESTRA NAVIDAD Agustín del Pino
El cambio en el gobierno municipal de Madrid ha supuesto, además de la mejora en múltiples facetas de los servicios que afectan directamente a los ciudadanos, la vuelta a las calles, a los barrios, a las asociaciones culturales y vecinales la alegría de las manifestaciones de la Navidad en sus diversos vectores. La Navidad se asocia a colorido, a luz, a villancicos, a zambombas y panderetas. Y al portal de Belén. Así ha sido desde los primeros tiempos del cristianismo. Y así lo han vivido los hombres de su órbita de influencia prácticamente en los cinco Continentes.
En Madrid ya luce desde el pasado día 23 de noviembre una iluminación especial para goce y disfrute de pequeños pero también de mayores. Millones de luces de colores armónicamente situadas en soportes colgantes o en las ramas de árboles y arbustos dejan boquiabierta a la facción infantil. Y eso es solo es el aperitivo de lo que les espera en la cabalgata de Reyes del próximo 5 de enero dónde podrán contemplar a Melchor, Gaspar y Baltasar en carne y hueso con su corte legendaria de criados, ángeles y pastores como manda la tradición. (Lo de las Magas del anterior gobierno fue un lamentable y estúpido borrón municipal. No hace falta ser creyente para respetar las tradiciones milenarias de la gente).
Y, por ejemplo, en Barajas – mi distrito- la nueva Junta Municipal ha vuelto a convocar el tradicional Concurso de Belenes, no celebrado en la última legislatura del 2015-2019. En él participarán cerca de una decena de asociaciones que buscarán, no la modesta cantidad del premio, sino el placer de poder ofrecer a nuestros vecinos sus belenes tradicionales construidos durante semanas figurita a figurita, palacio a palacio, rio a rio hasta culminar en el portal de Belén con el Niño, la Virgen, San José, la mula y el buey. La boca abierta de los niños y sus expresiones de asombro ante ese mundo minúsculo y luminoso, sin duda va a compensar con creces a los belenistas que ahora mismo nos consta que se están afanando en la tarea. La estrella de Oriente será su culminación.
Ha llegado la Navidad de siempre, nuestra Navidad. Es tiempo de alegría.
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