DEBERES A LA LUZ DE LA FAROLA - Publicado en XL Semanal de ABC y grupo Vocento (23.06.2019 ) - AGUSTIN DEL PINO
Muchos lo hemos visto en un telediario. Un niño peruano haciendo sus deberes en la calle –con una afición envidiable por aprender- sentado en el suelo e, incluso, tumbado en la acera bajo la luz tenue de una farola porque en su casa no podían pagar la electricidad. Pero esta vez la noticia tuvo un final feliz. Un millonario árabe que supo de la existencia y circunstancias de este chaval de once años, llamado Víctor, le ha dotado de una beca hasta que termine una carrera y ha regalado una vivienda para la familia.
La moraleja es facilona: qué envidia de este niño que sin apenas recursos materiales es capaz de fajarse cada noche con los libros para salir de la miseria y labrarse un porvenir. Por contraste, da pena ver a tantos niños de nuestro entorno de país desarrollado, vagos como ellos solos, pegados al móvil incluso cuando duermen y desaprovechando sus buenos años para lanzarse con su esfuerzo hacia el futuro. Ellos, que tienen de todo.
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